martes, 26 de enero de 2010

No place like London...

I have sailed the world, beheld its wonders, from the Dardanelles, to the mountains of Peru, but there's... No place like London... No there’s no place like London.
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He navegado el mundo, he contemplado sus maravillas, de los Dardanelos, a las montañas de Perú, pero no hay sitio como Londres… No, no hay sitio como Londres.

Este es un fragmento de la canción con la que empieza la película Sweeney Todd y no encontré introducción más adecuada, Londres es una ciudad que lo tiene todo y donde cualquiera fácilmente puede encontrar lo que sea que necesite para ser.
Cada quien tiene su forma muy particular de conocer ciudades, mientras hay quienes caminan rápidamente de punto a punto toman foto y van a otro lugar, hay quienes toman el autobús turístico que les muestra lo que tienen que ver. Y yo por mi parte prefiero pretender que al menos por esos tres días, vivo en esa ciudad, trato de hacer lo que cualquier persona que viva en esa ciudad haría. Caminar, tomar una cerveza, comer lo típico, seguir caminando, comprar un café en una plaza, ir a un show, seguir caminando, ir por más cerveza, de alguna forma integrarte a la ciudad.
El fin de semana pasado conocí una de las ciudades más impactantes que he conocido, Londres te deja sorprender desde que llegas, todo es tan… como en las películas, el clima, la gente y su acento, lluvia con el toque justo de melancolía que la hace soportable, frio típico de invierno y tantas cosas por ver.

Comencé mi jornada en la estación de tren victoria justo después de llegar del aeropuerto, cuando conseguí un mapa de la ciudad vi que lo más cercano a la estación era el palacio de Buckingham así que decidí ir a verlo para poder tacharlo de la lista de cosas para ver, que suerte tuve de llegar, sin haberlo planeado, justo a la hora del cambio de guardia, entre todo el protocolo y lo rígido de la reputación inglesa quede sorprendido cuando durante la ceremonia frente al palacio la banda militar de la forma más estoica y seria al acabar de tocar “God save the queen” (Dios salve a la Reyna) tocaron la canción de Mama Mia! De Abba seguida de Thriller de Michael Jackson.

Después de esta sorprendente bienvenida seguí caminando por la ciudad sin consultar el mapa viajando hacia donde creyese que debía caminar, en el camino se me atravesó el London Eye, la rueda de la fortuna (por decirlo de algún modo) más grande del mundo que da vistas panorámicas de todo Londres, justo enfrente el Big Ben y la casa del parlamento.

Saliendo de mi viaje en el London Eye, se me atravesaron varios Pub’s donde probé la cerveza inglesa… London Pride, St John’s etc. La comida típica Pescado y papas… y por supuesto una cabina telefónica roja para la foto del recuerdo ese mismo día visite la Catedral de St Paul’s el puente de Londres y El puente de las torres, había vivido engañado hasta el momento pensando que eran el mismo puente pero no, son diferentes.

Cruzando el rio había en el teatro nacional había una exposición gratuita de arte moderno donde aprendí tres cosas; No sé nada de arte moderno, no me gusta el arte moderno, pero basta con retener un dato curioso lo suficiente y decirlo en el momento adecuado para aparentar que lo sabes todo de un determinado tema, en fin este tema yo lo tocare la siguiente semana.

El día había terminado y tenía que irme al hotel en Stratford a media hora del centro a descansar, lugar donde por cierto aproveche para visitar otro pub y continuar probando la cerveza inglesa.

Al día siguiente ya habiendo visitado los puntos turísticos clave decidí terminar con lo que todos decían “una parada obligatoria” y así fue que decidí ir al museo Británico muchas horas después saliendo del museo empecé a caminar nuevamente por las calles de Londres hasta llegar a la plaza Picadilly Circus quizá el punto más conocido, ya que es la plaza que aparece en todas las películas con los anuncios de TDK, McDonald’s, Coca-Cola y Sanyo. De esa plaza salen las calles que tienen los teatros más conocidos de Londres, Broadway en Europa, por hacer la comparación y no podía pretender haber “vivido” en Londres por tres días sin haber por lo menos asistido a una obra.

En la cartelera “Wicked”, una obra musical que habla de la bruja del Oeste del Mago de Oz, “We will rock you”, musicalizada con las canciones de Queen, Thriller… Con las canciones de Michael Jackson, dos obras que no quise ver por temor a sufrir lo que me paso cuando vi “Hoy no me puedo levantar” con la música de Mecano en Madrid, Lo único peor que ir a un concierto y escuchar a la gente gritando las canciones es ir al teatro y es cuchar a la gente gritando las canciones durante la obra!!!!! Entre la variedad también estaba Legalmente rubia el musical, ¡Sí! me quede igual de sorprendido, pero al final compre mi boleto para ver “Avenue Q”, vi la obra en su versión adaptada a México y me encanto ¿Cómo resistirme a ver la versión en su idioma original?

El teatro está mal diseñado, las personas en las filas de arriba tienen que levantarse de los asientos cada vez que un actor se aleja demasiado del centro del escenario pero en si es un teatro magnifico y la obra espectacular. Una actriz en particular Cassidy Janson hace el papel de Kate Monster y lo hace de una manera increíble, durante la obra hay una canción que se llama “There’s a fine fine line” (Hay una línea delgada) que es una canción de despecho y en la parte más intensa de la canción cuando la letra dice “There’s a fine fine line between love and a waste of time” (Hay una línea delgada entre el amor… y perder el tiempo) se ven lagrimas salir del rostro de Cassidy ante lo cual todo el público respondimos con un aplauso que inundo la sala.

Podría pasar horas y páginas hablando de Londres en verdad que no hay lugar como Londres, es un lugar al cual estoy benditamente condenado a regresar, la siguiente ves tendré que quedarme más tiempo y hacer la ruta de los Beatles…
Es en estos momentos cuando uno entiende que no conoce el mundo, de haber conocido Londres hace unos años, este año sin duda lo hubiera pasado ahí.

Nos vemos el siguiente martes.

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