Y tu nooooo.....

Cuando estudiaba la secundaria yo era el primero en llegar a la escuela, No, no era por gusto, mi papá me llevaba a la escuela y como él si llegaba temprano al trabajo yo llegaba un poco más temprano al salón. Recuerdo que era invierno y como todo niño rebelde no llevaba chamarra así que para cubrirme del frio me había metido al salón junto con dos amigos y una amiga. La escuela no brillaba por tener la mejor infraestructura y justamente la perilla de la puerta del salón ya estaba muy vieja y descompuesta, sabíamos que era posible que si se cerraba por fuera no se podría abrir con ninguna llave. Ese día por error cerramos la puerta y dejamos adentro las cosas de nuestra amiga nosotros tres hicimos lo que cualquiera en nuestra situación hubiera hecho, “Nosotros no fuimos, vámonos y si alguien pregunta nosotros no sabemos nada” o en otras palabras “Somos inocentes hasta que nos demuestren lo contrario”.

Nosotros estábamos seguros de haber cometido el crimen perfecto el salón estaba cerrado y no había forma de saber quien lo había hecho, o al menos eso creíamos hasta que nuestra amiga, dijo “Profesor mis cosas están encerradas en el salón” en ese momento se la llevaron a la dirección para interrogarla y cinco minutos después llego el famosísimo prefecto de la escuela, el profesor Cansino con los nombres de los 3 amigos que habíamos cerrado el salón. Ya en la dirección cuando nos dimos cuenta que “Ser inocentes hasta que nos demostraran lo contrario no iba a ser suficiente” así que recurrimos a algo más humano todavía, echarle la culpa a alguien más, había un amigo que se llama Giovanni que el siempre llegaba y metía las llaves de su casa en la cerradura (nunca supe con qué fin) y los 3 unimos nuestra versión y dijimos “Giovanni la descompuso” nosotros no hicimos nada. Esto sirvió parcialmente, tuvimos que pagar la cerradura de la puerta, pero al menos fue entre cuatro y no entre tres.

Toda esta historia tiene una razón de ser, Paty llego la semana pasada con un dato que a mí se me hizo interesantísimo

“El derecho a la presunción de inocencia es una de las garantías más esenciales y relevantes con las que el ciudadano cuenta cuando se ve inmerso en un proceso. Es evidente que a ningún ciudadano se le puede cargar con la prueba de demostrar su inocencia, porque es precisamente ésta la que se presume hasta que se pruebe lo contrario”

Esto escrito en su versión light quiere decir que todos tenemos derecho a presumir nuestra inocencia y de acuerdo con el texto superior con mucho mas razón cuando de verdad somos inocentes.

Esto abre toda una ventana de posibilidades, así como Paty llego ese día y me dijo “Soy inocente y tú noooooo”, yo bien podría ir a la cárcel de Santa Marta (a la cual ya fui alguna vez) y decirle a todos los presos, “Soy inocente y ustedes nooooo!! Bola de loooosers!!!” o cuando me pelee con mi guapa mujer porque seguramente hizo algo malo le podre decir “Soy inocente y tú nooooo!!!!”

El derecho a presumir de la inocencia yo creo que debería ser extendido al derecho de presumir sobre todo lo bueno frente a una persona que claramente carece de lo presumido, por ejemplo

Frente a Niurka, “Yo tengo clase y tú nooooo”

Frente a Paolo Botti, “Yo no trabajo para TV Azteca”

Frente a TV Azteca “Yo no contrate a Paolo Botti”

Frente a José José “Puedo tomar y tú noooooo”

Frente a la Güereja “Puedo agarrar un vaso de arriba, y tú nooooooo”

Frente a Pablito Ruiz “Tu eres Pablito Ruiz y yo noooo”

O con Fabiruchis mientras le hacen la prueba del alcoholímetro me podre bajar y decirle “Soy inocente y tú noooooo” “Vienes borracho y yo nooooooo” “Y eres gay… y yo nooooooo” “A mí no me pegaron y a ti siiiiiiii” “A mi no me pegaron dos veces y a ti siiii” etc… etc… etc…