miércoles, 28 de julio de 2010

Con todo respeto...

Cuando despides a alguien tienes que pensar que es o él o tú, ese fue el consejo que me dieron cuando tuve que despedir a mi primer empleado, en realidad fue bastante circunstancial en esa ocasión. Llevaba poco más de 8 horas en el puesto y apenas estaba planeando las entrevistas para conocer a mi equipo cuando recibí una llamada del director de la fábrica y me dijo, Carlos prepara tu equipo como tú quieras pero no cuentes con esta persona, es más esta persona debe salir hoy.

Fuera de decir, “papá reprobé una materia” o “choque el carro” o “me acabe la cajeta y no le di a nadie” nunca había tenido que dar malas noticias, como iba a ver a alguien, que encima me caía bien y decirle que mi primer acto oficial era correrlo.

En la comida ese día el jefe de producción me pregunto si ya había despedido a alguien en mi vida, le conteste que no que nunca me había tocado. Tienes que decirle porque esta despedido y tienes que darle una retroalimentación de su desempeño. Alex, llevo un día en el puesto ¿Qué retro le puedo dar?, y bueno si llevas un día en el puesto ¿Para qué lo quieres correr? Dijo él, justo en ese momento paso el director junto a nosotros y me preguntó, ¿ya lo diste de baja?, Alex me dijo, en ese caso Carlitos o es él o eres tú.
Recuerdo los nervios que tenía cuando lo cite en mi oficina, me habían aconsejado empezar con una entrada positiva pero sentía que decirle algo positivo y después soltarle de golpe su salida sería poco menos que clavarle una espada en la espalda.

No puedo decir que salí bien librado ese día, pero si puedo presumir que fue tarea cumplida, cuando termine de decirle sus puntos débiles (información que repetí palabra por palaba de mi director) me dijo algo que empezó con las tres palabras más incongruentes de la vida “Con todo respeto” exactamente lo que uno dice cuando está a punto de faltarle el respeto a alguien más. En resumen esa vez me dijo que no se le hacía justo que después de sus extensos 15 años en la empresa llegar un “junior” con 1 día en el puesto a decirle que su trabajo ya no era necesario, ¿Podía refutar ese argumento? Posiblemente sí, sacar cosas de la manga se ha vuelto mi especialidad, pero en esa ocasión tome la ruta del cobarde, me arme de valor y dije “Es muy triste que te pongas en esa posición pero te reitero mi apoyo con cartas de recomendación y referencias personales”.

Esto viene a colación ya que el lunes pasado tuve que despedir a alguien, igual que la primera vez lo cite en un lugar privado y ahora no tuve miedo a ocupar mi entrada positiva, la cual fue muy conveniente ya que el llevaba un desarmador de punto en la mano derecha, no quiero decir que el lo hubiese podido utilizar como arma blanca pero siempre es bueno eliminar cualquier oportunidad, le quite el desarmador y le pregunte ¿Cómo te salieron los desarmadores?, Después de informarle de su salida de la empresa (por supuesto de forma voluntaria ya que tenía que firmar la renuncia) me miro con tal ira ( en ese momento agradecí mi precaución de quitarle el desarmador) y me dijo Carlos “Con todo respeto”, “Con todo respeto nada” haz faltado 4 veces en las últimas 4 semanas, llegas tarde y todos tus compañeros se quejan de ti, ya retírate antes de que llame a vigilancia, pooooooos si!!!!!, a mi no me la aplican dos veces.

Nos vemos el siguiente martes jajaja saludos,

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