jueves, 19 de enero de 2012

Acto fallido

Si la aseguradora de mi carro me preguntara hoy si me considero un conductor seguro mi respuesta sería un contundente sí, es decir, han pasado años sin que tenga ningún tipo de accidente, mi carro cada 10,000 km se va religiosamente al cambio de aceite y servicio general.
Cada vez manejo de una manera menos hostil y más segura, entre muchas cosas porque algunos amigos han tenido accidentes que no quisiera yo vivir.
Bueno total que el martes pasado volvió a pasar, iba yo de regreso del trabajo con Iván y con Toño (porque para ahorrar dinero hacemos carpool) y en la salida de Santa Fe con un tráfico a vuelta de rueda a no más de 5 km/h una camioneta se estrelló contra mi carro.
Lo primero que pensé fue "No puede ser otra vez" y me baje en ese momento del vehículo, camine lleno de ira hacia la ventana del conductor, la verdad es que la reacción del conductor me calmo mucho y no es que se arrepintiera y pidiendo disculpas me haya dicho algo interesante, no nada de eso, simplemente bajo la ventanilla y no dijo nada, -Dame tu IFE y nos orillamos en la siguiente esquina- le dije con tono muy molesto, ahorita nos orillamos contesto él, si ahorita nos orillamos pero dame tu IFE y a regañadientes saco su IFE y me la dio.
Una vez que nos detuvimos pude ver detalles del vehículo, como que él no era el dueño del carro sino el chofer de una camioneta que cuesta más de seiscientos mil pesos y que en la parte trasera viajaba alguien pero por los vidrios polarizados no se podía ver nada, en fin acordamos llamar a los seguros y esperar.
Pasados quince minutos la ventanilla del vehículo se abrió y el chofer a quien me referiré como Domingo (no por ser un nombre cliché de los choferes, en realidad era su nombre, tenía su IFE así que eso era fácil de saber) en una reacción casi de miedo corrió hacia la ventana del vehículo, recibió una instrucción en menos de 30 segundos y volvió hacia donde estaba yo.
Oiga Señor, me preguntan qué cuánto dinero cuesta su golpe, para ver si le podemos pagar y ya nos vamos. Entre que me gano un poco la avaricia y en cierto modo sentía que me merecía una compensación le dije, mira mi seguro me cobra cinco mil pesos (cosa un poco falsa), dame seis mil quinientos y nos vamos, dije eso pensando en la primera cifra para empezar la negociación.
Con la información Domingo regreso a reportarlo y unos minutos después descendió del vehículo una mujer en cuya edad todos divergimos, Toño decía que tenía 22 años
Iván opina que no pasaba de los dieciocho años, y yo creo que tenía quince años, en fin... se acercó a mí hablando, muy agradable pero "súper fresa" y decía, -O sea en buena esto de estar esperando, no está padre, si quieres te doy mil quinientos pesos ahorita y te dejo el teléfono de la oficina de mi papá y luego le hablas para que te deposite el resto- Por supuesto le dije que no, esto de estar cobrando a terceros no es lo mío, ella regreso a su camioneta hizo un par de llamadas telefónicas y mientras Domingo y nosotros esperábamos en el frio, llego otra camioneta Land Rover igualita por la señorita y se fue.

En fin no es una gran aventura ni la gran historia, pero tiene una trasfondo interesante, antes de dormir me quede pensando en aquel termino que alguna vez me explicaron, "Acto fallido"
Wikipedia lo define como "Una especie de traición que nos hace el inconsciente haciéndonos decir o hacer lo que conscientemente no queríamos, es decir, revelando un deseo o intención inconscientes. El yo siempre puede disculparse, tras un acto fallido, diciendo que no era eso lo que quería decir o hacer, pero siempre hay alguna verdad allí"
Acto fallido, ¿será?

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